¿El deportista de resistencia nace o se hace?: Genética y Fibras Musculares

En los deportes de resistencia a menudo solemos atribuir el nivel de rendimiento de un determinado deportista a su genética, un factor que no podemos pasar por alto a pesar de que no sirve de nada tener una genética excepcional si no explotamos y desarrollamos las demás cualidades mediante un entrenamiento y estilo de vida adecuado.
En este blog, en una publicación anterior sobre “Limitantes del Rendimiento en el ciclismo de ruta” (te recomendamos leerla) ya dejamos entrever la importancia de la genética en el rendimiento, dejando claro que es un factor que no podemos obviar, el porque lo desarrollaremos en parte a continuación.
Para iniciar este publicación plantearemos una pregunta muy recurrente que contestaremos al final :
¿El deportista de resistencia nace o se hace?
Como decíamos al principio creo que todos sabemos que la genética juega un papel determinante en el rendimiento en deportes de resistencia, pero … ¿Sabemos realmente a que se debe esto?
Genética y Fibras Musculares
El ser humano posee distintos tipos de fibras musculares, en función de su velocidad de contracción y características metabólicas se pueden diferenciar dos tipos:
- Tipo I: Contracción lenta y metabolismo oxidativo “Aeróbico”
- Tipo II: Contracción rápida y metabolismo glucolítico “Anaeróbico”
La proporción de cada tipo de fibra muscular viene determinada genéticamente y no se puede cambiar, es por ello que la genética influye y mucho en el tipo de deportista que podemos llegar a ser, sin embargo, hay una buena noticia… Las fibras musculares son tremendamente adaptables, es decir, aunque no se pueden cambiar el tipo (una fibra tipo II no se puede convertir en tipo I) estas se pueden modular metabólicamente con un programa de entrenamiento adecuado.
Características de los distintos tipo de fibras musculares:
Fibras Tipo I (También conocidas como fibras Lentas o Rojas): Son fibras de pequeño tamaño y de contracción lenta. Poseen color rojo debido a una alta cantidad de mioglobina (proteína de que transporta O2 en el músculo) y poseen a su alrededor numerosos capilares sanguíneos que las proveen de O2 y nutrientes, así como numerosas mitocondrias lo que facilita la oxidación de sustratos energéticos por la vía “aeróbica”, grasas localizadas cerca de la fibra muscular o glucosa.
Estas fibras tienen la capacidad de realizar numerosas contracciones durante tiempo prolongados por lo que son muy resistentes a la fatiga.
A los deportistas de fondo les interesa tener una alta proporción de esta fibras tipo I, es decir, a mayor proporción este tipo de fibra mayor rendimiento en deportes de larga duración (escaladores, maratonianos, corredores de montaña etc.)
Fibras Tipo II (También conocidas como Fibras Rápidas o Blancas), se dividen en dos tipos:
Tipo IIx: Poseen poca mioglobina pero una capacidad de contracción rápida, además tiene menos cantidad de mitocondrias y un bajo aporte capilar. Sin embargo, tienen la capacidad de almacenar mayor cantidad de glucógeno y fosfocreatina, por lo tanto usan preferentemente un metabolismo glucolítico obteniendo la energía por medio del metabolismo “anaeróbico” con menos aporte de oxígeno pero de forma muy rápida.
El problema de este tipo de fibra es que produce una gran cantidad de lactato y a su vez iones de hidrógeno que dan lugar a una alta acidosis la cual limita su contracción, es decir, se fatigan rápido.
A los deportistas de potencia y velocidad, les interesa tener una alta proporción de estas fibras ya que su rendimiento depende de acciones corta y explosivas (sprinters, velocistas etc.)
Tipo IIa: Estas fibras poseen unas características intermedias entre los dos tipos de fibras anteriores, se contraen con rapidez al igual que las fibras tipo IIx pero poseen un metabolismo más oxidativo más parecido al de las fibras tipo I.
La buena noticia para los deportistas de resistencia es que como comentábamos anteriormente estas fibras (tipo IIa) son modulables y pueden cambiar sus características para asemejarse aún más a las fibras que nos interesan, las tipo I.
Conclusiones
Una vez conocidas las principales características de los distintos tipo de fibras musculares y ya sabiendo que la proporción de estas está determinada genéticamente podemos responder (más o menos) a la pregunta que planteamos al inicio ¿El deportista de resistencia nace o se hace?
La respuesta, al menos desde nuestro punto de vista, es que NACE pero al margen de las limitaciones genéticas, esta nunca va a ser un limitante para alcanzar un rendimiento alto, sino que un programa de entrenamiento adecuado a lo largo de los años, una nutrición, descanso y estilo de vida son el grueso que van a permitir al deportista rendir a un alto nivel (aunque para ser de los mejores del mundo si vas a necesitar contar con una genética prodigiosa).
Por ello, plantamos dos consejos, uno: Elije bien a tus padres…
Otro, más en serio, estate atento a próximas publicaciones del blog en las que hablaremos de cómo se pueden modular las fibras musculares para obtener estas tan preciadas fibras Tipo I.
Gracias por estar ahí!
BIBLIOGRAFÍA
Bottinelli R, Reggiani C. Human skeletal muscle fibres: molecular and functional diversity. Prog Biophys Mol Biol. 2000;73(2-4):195-262. doi: 10.1016/s0079-6107(00)00006-7. PMID: 10958931.
Gollnick PD, Armstrong RB, Saubert CW 4th, Piehl K, Saltin B. Enzyme activity and fiber composition in skeletal muscle of untrained and trained men. J Appl Physiol. 1972 Sep;33(3):312-9. doi: 10.1152/jappl.1972.33.3.312. PMID: 4403464.